Cuando los Funcionarios de la actual Administración Municipal quieren lucrar con el Patrimonio Histórico de TODOS los BAHIENSES.
Una deuda con el pasado y el futuro |
SI para algo sirvió el anuncio de la probable demolición del edificio histórico ubicado en los fondos del Palacio Municipal, fue para realizar una investigación más profunda sobre el origen y el significado de la antigua estructura. LA tarea fue afrontada por el propietario de un museo privado, el señor Juan C. Duralde, quien encontró datos significativos al respecto, que difundimos una semana atrás. SEGUN los elementos recogidos, se trata, por lo menos, del edificio más antiguo de la ciudad y probablemente pertenece a la instancia que sucedió a la etapa fundacional. Quizás esté vinculado con la instalación de la Legión Agrícola Militar y, presuntamente, con su cuartel original. DE LO que no hay dudas es de que esa estructura posee suficiente entidad como para determinar su cuidado y preservación, al constituir uno de los hitos históricos que surgen, aún vivos, cuando dirigimos la mirada atrás para asumir el significado de nuestra historia. Además, es un testimonio arquitectónico identificador de nuestro desarrollo urbano. PARA que no se cometan errores irreparables, debería colocarse en esa vereda una referencia histórica que promueva su reconocimiento y su significado. Y también, por otra parte, cabe la esperanza de que se deseche la idea de construir un horizontal en el patio trasero del Palacio Comunal, porque constituiría una inserción violenta, que distorsionaría el implante de la ya menoscabada sede del Ejecutivo municipal. Un dislate urbanístico. EL bellísimo edificio requiere un entorno (en parte ya perdido) y una perspectiva que permita su valoración estético-cultural. Además, definiría un ámbito más gratificante en un espacio hoy depreciado por la persistencia de las privilegiadas cocheras oficiales. Una plazoleta jardín constituiría en tal sentido el complemento ideal. La belleza y la memoria valorativa son dos componentes insustituibles del hábitat social. Hacen que valga la pena pertenecer a un lugar. INSOLITAMENTE, en el museo del mencionado señor Duralde se encuentra la puerta de la Segunda Comandancia de la Fortaleza. ¡Qué curioso, en un museo privado! Pero es comprensible y elogiable. Porque cuando fue detectada y rescatada por el señor Enrique Recchi, tras una demolición, y ofrecida al Museo Municipal, este decidió rechazarla, "por falta de espacio". ES ese otro punto en cuestión. Es necesario que los representantes de la ciudad impulsen una campaña para que el Museo Histórico ocupe un lugar digno y apto para sus funciones. Como el caso del abandonado y magnífico edificio del ex banco Hipotecario. Si hiciera falta dinero para su puesta en valor, se podría recurrir al aporte comunitario. Como se hizo para construir el teatro Municipal, cuando la ciudad era muchísimo más chica y los recursos a obtener mucho más elevados. ES DE esperar que haya una respuesta en tal sentido para que la ciudad reaccione, porque esto que a algunos podría parecerles sólo un compromiso con el pasado, implica, lo que es mucho más importante, una deuda con el futuro; porque hace al conocimiento de nuestra identidad y al sentido de nuestra trascendencia histórica. |