domingo, 25 de abril de 2010

La CREDIBILIDAD de la Comisiòn Vecinal Interbarrial (C.V.I.) se basa en sus INVESTIGACIONES Y PRESENTACIONES PÙBLICAS.


BARRIOS UNIVERSITARIO Y NAPOSTA

Denuncian la silenciosa desaparición del arbolado. Detectaron que al menos 30 nuevos complejos de viviendas multifamiliares fueron construidos tras la extracción de los ejemplares existentes y sin cumplir con la norma que obliga su reposición.

La Comisión Vecinal Interbarrial (CVI), asociación civil sin fines de lucro que nuclea a vecinos de los barrios Universitario, Napostá, la Falda y centro, entre otros, dio a conocer un relevamiento denunciando una "silenciosa desaparición" del arbolado urbano, como consecuencia de "la falta de compromiso social de los profesionales y constructores".La observación realizada sobre al menos en 30 complejos de viviendas multifamiliares, da cuenta tanto del retiro de los árboles existentes como del incumplimiento de la normativa vigente en la materia, la cual exige la colocación de nuevos ejemplares.
Por un lado, los responsables de la obra no cumplen con la obligatoriedad de construir recintos en la vereda para ubicar el arbolado, a pesar que el departamento Contralor de Obras Particulares del municipio tiene facultades para no otorgar la aprobación final de obra si no se ha dado cumplimiento a ese requisito.
Por otra parte, la normativa señala de manera expresa que "todo proyecto de construcción, reforma edilicia o actividad urbana", deberá respetar el arbolado existente o el lugar reservado para futuras plantaciones.También indica que todo permiso de edificación "obliga al proyectista y al propietario" a fijar "con precisión" los árboles existentes en el frente, "no siendo causal de erradicación el proyecto ni los requerimiento de la obra".A pesar de esta indicación, decenas de edificios levantados en los últimos años en el barrio Universitario y Napostá han ignorado estas exigencias, por lo cual ese área no sólo ha resignado la perdida de valiosos ejemplares, sino que además nadie se han ocupado de reponerlos, a pesar del poco esfuerzo --físico y económico-- que implica esa acción."Es la cultura del "no árbol", porque el valor de un ejemplar es ínfimo (unos 40 pesos) y se pretende que se coloque uno por cada diez metros de frente", explica el ingeniero agrónomo Norman Dicek, coordinador de la Comisión de Protección y Desarrollo del Arbolado Público.
Por último, la CVI lamenta el "escaso control existente" para evitar esta situación y, a modo de reflexión, señala que un adecuado arbolado urbano es un elemento de ayuda para controlar el cambio climático y mejorar la situación ante la sequía que sufre la ciudad.

Dos departamentos ausentes
Los encargados de realizar obras (propietarios, profesionales, empresas constructoras) debieran tener dos controles durante la ejecución de las mismas. El de contralor de Obras Particulares, verificando la ejecución de los recintos en las veredas, y el de la dirección de Parques Municipales, controlando la colocación de los árboles.

Desertificación
Lejos de ser un mal menor, la falta de cumplimiento de la normativa vigente respecto al arbolado urbano perjudica a todos los habitantes.
Si se considera que en los últimos diez años se han levantado más de 300 edificios de viviendas multifamiliares en el barrio Universitario, puede pensarse que al menos se resignaron otros tantos árboles, muchos de ellos añosos o con alguna peculiaridad botánica u ornamental.
El barrio entonces no sólo modificó su perfil, sino que además resignó su patrimonio arbóreo por decisión de unos pocos, que se animan a crecer en la impunidad, y por omisión de otros, que hacen de los controles una herramienta sin uso.
Ingeniero Mario MINERVINO