Es dificil poder expresar lo que se siente, cuando trasciende que un funcionario público está conectado ilegalmente a la red de agua corriente, "robando" la misma, mientras muchas personas de edad de varios barrios, llenaban sus baldes con agua para bañarse o utilizarla para necesidades fisiológicas cuando el calor apremiaba los dos últimos veranos....
La idea del funcionario PROBO, IDÓNEO, con VOCACIÓN SOCIAL, quedó sepultada con la conducta realizada por el Licenciado WEYLAND, Director del Instituto Cultural de la Ciudad de Bahía Blanca.
Lo tragicómico de todo esto es que un acto reñido con la moral y la decencia, lo cometa el DIRECTOR DEL INSTITUTO CULTURAL!
La sociedad bahiense tiene que decidir a partir de lo sucedido si va a seguir manteniéndose espectante y marginada de lo que sucede en la ciudad o si por el contrario, va a empezar a PARTICIPAR, OPINAR e INVOLUCRARSE para que personajes como WEYLAND no accedan a los cargos públicos.