martes, 12 de octubre de 2010

Los Vecinos del barrio UNIVERSITARIO están contentos porque sus viviendas se cotizan más. Ahora, cada vecino abrirá una INMOBILIARIA en su domilicilio

Una nota imperdible, visto "solamente" desde el ángulo empresarial. Acá no se dicutió urbanismo, INFRAESTRUCTURA, ni convivencia social. Lamentable enfoque que nos va a traer muchos inconvenientes en el futuro. Hay que recordar los apellidos de quienes expusieron en esta nota... ellos defienden intereses sectoriales....


Las viviendas se cotizan cada más en Universitario


En las inmobiliarias se afirma que las casas se revalorizaron por la posibilidad que ofrecen sus terrenos para levantar construcciones multifamiliares. Muchos vecinos opinan lo contrario.

"Desde que comenzaron a construirse edificios en el barrio, nuestras viviendas se desvalorizaron en un 50 por ciento", sostuvo María del Carmen Cónsoli, vecina del barrio Universitario, en el Concejo Deliberante, manifestando el sentir de otros habitantes de ese sector de la ciudad.Cónsoli participó, durante la última semana, de una nueva protesta --de las que se cumplen desde 2000-- en rechazo de la construcción de un edificio en Alvarado al 1100.

La supuesta disminución del costo de los inmuebles se suma a otros argumentos, tales como la pérdida de identidad e intimidad barrial, el colapso de los servicios o el aumento del número de automóviles, expuestos para lograr que el municipio prohiba la construcción de viviendas multifamiliares.

Esa mirada es variable, según pertenezca a los vecinos que habitan en el lugar, los que invierten o los que trabajan en obras.

Que las propiedades se han desvalorizados, parece ser el argumento más vulnerable porque, de acuerdo con los especialistas consultados, nunca antes se cotizaron tan bien y en ningún otro sector se incrementaron tanto esos valores.

Buena vecindad.

"De ninguna manera es cierto que una propiedad de Universitario valga menos por estar al lado de un edificio", sentenciaron desde la firma Baieli Servicios Inmobiliarios, al tiempo de asegurar que, lejos de haber disminuido su precio, las casas se revalorizaron por la posibilidad que ofrecen sus terrenos para levantar construcciones multifamiliares.

"Valen más porque el valor de la tierra ha aumentado. Es una cuestión de sentido común. Un terreno de 50 mil dólares duplica su valor si permite construir cuatro pisos en un barrio con alta demanda", señalaron desde la inmobiliaria.

En ese contexto, obtienen definitiva ventaja las propiedades más antiguas ubicadas en lotes de 10 o más metros de frente, obteniendo una tasación que excede con amplitud a la casa propiamente dicha.

A pesar de lo que pueda pensarse, las deficiencia de los servicios no influyen mayormente en la demanda.

"El barrio sigue siendo muy interesante, de los más buscados por la gente. En particular, el problema del agua no influye en la valorización de las propiedades", se aseguró desde Baieli.

El ingeniero Daub, titular de inmobiliaria Sergio Walter Daub, indicó que las propiedades en Universitario se cotizan cada día más.

"Es el cuadrante de la ciudad donde más valen. Después podemos ubicar los de Napostá, Pacífico y Pedro Pico", explicó el profesional.

Según su experiencia, los valores han tenido un crecimiento que promedia el 20 por ciento anual en los últimos años. Además, aseguró que la emergencia del agua no incide en las operaciones inmobiliarias.

"A lo sumo es un tema que surge después, no en el momento de la compra. Uno de cada diez interesados considera esa situación, el resto no", subrayó.
Daub también dijo que siempre hay casas en venta en Universitario, "donde una vivienda de dos dormitorios permite comprar una fantástica en, por ejemplo, Pedro Pico".

Para Oscar Montecchiari, de Edisur Inmobiliaria, el valor del metro cuadrado de la tierra en Universitario aumentó de manera inusitada en la última década. "Pasó de 300 pesos a 300 dólares", resumió.

Montecchiari precisó que esos valores corresponden a terrenos de más de 300 metros cuadrados, que permiten construir viviendas multifamiliares.

"Hoy, quien vende allí, consigue un precio interesantísimo...", enfatizó y coincidió con Baieli y Daub, al señalar que los interesados en comprar no prestan demasiada atención a los conflictos con los servicios.

"Creo que, en lugar de pretender frenar las construcciones, la gente tiene que reclamar las obras necesarias a ABSA, EDES o Camuzzi. Hay que quejarse a ellos y no a quienes generan trabajo", afirmó.

Montecchiari desechó, además, que la pérdida de privacidad por el avance de edificios en altura sea un condicionante.

Entre la hinchazón y la inflamación

"De ninguna manera han disminuido su precio los inmuebles en Universitario; no hay que confundir la hinchazón con la inflamación: las propiedades no se desvalorizaron", señaló Mario Oscar Macagno, titular de una tradicional inmobiliaria local.

Reconoció que los interesados ya no buscan la casita barrial, porque saben que el sitio ha modificado su fisonomía, pero que el barrio sigue siendo caro por dos razones: la vecindad de la Universidad Nacional del Sur y la posibilidad de edificar en altura.

"La Universidad es la mejor 'fábrica' de Bahía Blanca y esos lotes sigue movilizando al capital. Eso levanta los valores, no los achica", dijo Macagno.

Viviendas sobrevaluadas

Para el arquitecto Jorge Llambrich, uno de los profesionales que más ha trabajado en el sector, las viviendas están "sobrevaluadas" porque se venden de acuerdo con las posibilidades de construcción que permite el lote que ocupan.

A diferencia de lo que creen muchos habitantes del barrio, Llambrich destacó que lo mejor que le puede ocurrir al lugar no es la suspensión de las obras, sino que se mantenga el actual ritmo.

"Hay un dato que no manejan los vecinos y es el capital que tienen. Ellos sostienen que lo mejor es no construir más, pero si las viviendas multifamiliares se retiraran, sus propiedades tendrían una devaluación importante".

Destacó, asimismo, lo favorable de la reformulación del Código de Planeamiento Urbano en tal sentido, que limitará las futuras viviendas a tres pisos.
"Esa escala disminuirá el impacto de la vivienda de cuatro pisos al lado de una casita tradicional. Al reformular a tres pisos se genera una tipología intermedia que disminuye esa diferencia".

Por último, resaltó que desde el 2000 a la fecha y a pesar de los conflictos vecinales y las restricciones, "la demanda y los precios de los terrenos nunca dejaron de crecer".

"Si hoy la gente no compra lotes no es porque sean caros o baratos o por la falta de agua. Es por los conflictos que existen".


Mario Minervino
"La Nueva Provincia"