martes, 16 de junio de 2009

A.B.S.A.: no hay problema con el AGUA, GOBIERNO MUNICIPAL: No existe EMERGENCIA HÍDRICA - Los vecinos SUFREN LOS CORTES



Mientras la MESA DEL AGUA se reune a puertas cerradas, se decide el futuro del consumo de agua de los habitantes de Bahía Blanca. Los Vecinos le responden ..


Comunicado de Prensa

Los bahienses tendríamos que reclamar con más severidad explicaciones al Intendente Municipal sobre los motivos por los cuales el abastecimiento del agua potable a la población está hoy restringido y con serias posibilidades de agravarse.

A pesar de no estar en la órbita comunal el manejo de los servicios de agua y cloacas, como Jefe Político de la ciudad, tiene la obligación de conocer los problemas y a su vez la responsabilidad de supervisar la correcta prestación del servicio de A.B.S.A.

Alegar que gobiernos anteriores no se ocuparon del tema es no decir toda la verdad.

Señor Intendente, se olvida que por Junio del 2004 cuando era concejal, integrantes de la comisión de la Sociedad de Fomento del Barrio Universitario se reunieron con usted para ponerlo en conocimiento de que los servicios de agua y cloacas empezaban a tener inconvenientes, producto de la construcción en forma indiscriminada de edificios.

Preocupado por el problema, usted elaboró la ordenanza 12.737, en la cual se reconocían los problemas, se pedían estudios y la intervención de la intendencia de ese momento para solucionar los mismos. Nunca tuvo la inquietud de que la misma se cumpliera… desde ese momento ha sido parte del problema y por más que presuma de que se va hacer cargo; le preguntamos: ¿Por qué no lo hizo antes?, ¿Por qué priorizó la inversión en una nueva terminal de ómnibus; si con ese dinero se podía solucionar el tema de la red de agua para la ciudad?. La sequía, solo agudizó el problema, está claro!

No fue el único que no dijo la verdad a la comunidad, el Gerente Regional de A.B.S.A., ingeniero OLAIZOLA –cuya voz está desaparecida en los medios de difusión-, durante años nos mintió, ocultando la verdad hasta que la realidad lo pasó por encima; como sucede hoy. Tuvo hasta la caradurez de culpar a los vecinos de los derrames que se producían con las cloacas y el agua, amparado en la impunidad de pertenecer a una empresa del estado provincial. Tendría que honrar su puesto, haciéndose cargo por la situación actual y no esconderse en el silencio.

La convocatoria, nuevamente, a la mesa del agua (a la cual nunca fuimos invitados) para esta semana, en nada va a cambiar la situación, porque el diagnóstico ha sido hecho y la solución propuesta. Lo dejó bien en claro el Gerente de Operaciones de A.B.S.A., Ing. Luís Volpi, el 29 de Abril pasado, quien dijo textualmente:”… no queda otro remedio que empezar a reflexionar sobre la gravedad de este tema, a proponerlo a la población y encarar un plan de emergencia que signifique, primero, una toma de conciencia en bajar los consumos, y segundo, aplicar un plan de emergencia donde Aguas Bonaerenses tenga que reducir los caudales de consumos más allá de la voluntad de los consumidores domésticos y los industriales…” (sic)

Como sociedad, tenemos parte de responsabilidad porque nos dejamos engañar con anuncios grandilocuentes y nos despreocupamos de conocer y utilizar los mecanismos que hacen al correcto funcionamiento de las instituciones. Funcionarios “hábiles” como los que tenemos, se aprovechan de la adolescente democracia para hacer creer que hay “una gestión” pero la realidad demuestra todo lo contrario.Estamos convencidos, que la solución para el correcto suministro del agua potable a la ciudad demandará mucho tiempo.

Por ello solicitamos que nuestros representantes –sin partidismos- presenten conjuntamente en las respectivas cámaras de Diputados y Senadores, un proyecto de ley para declarar la emergencia Hídrica del distrito de Bahía Blanca y que el Intendente Municipal, conjuntamente con los integrantes de la Mesa del Agua y con todos los concejales, diagramen esta emergencia, para que dicho suministro esté asegurado para el conjunto de la población, recortándoselo a todas las actividades no esenciales.