PROBLEMAS DE INFRAESTRUCTURA. Cañerías de otros tiempos.
La prestataria ha reconocido las limitaciones técnicas que tiene para equilibrar las presiones, tanto por deficiencias en las válvulas como por la imposibilidad de concretar determinados "cierres de mallas".
La crisis hídrica que atraviesa la ciudad, como consecuencia de la sequía que afecta a la región, y los limitados recursos alternativos al embalse de Paso de las Piedras, han puesto en evidencia una realidad que, lejos de ser una novedad, da cuenta de los problemas de infraestructura que afronta Bahía Blanca en la materia.
Si bien ayer las quejas por la falta de agua en distintos sectores de la ciudad decrecieron, las altas temperaturas pronosticadas para los próximos días podrían motivar que la situación se agrave, como consecuencia del mayor consumo y de que la cisterna situada en el Parque Independencia no alcanzó a completarse.
De acuerdo con datos suministrados por Aguas Bonaerenses SA (ABSA), la demanda de nuestra ciudad y Punta Alta --con el sector industrial incluido-- en la época estival es de 12.000 m3/h, aunque por las limitaciones mencionadas se entregan a la red 9.000 m3/h.
La prestataria ha reconocido las limitaciones técnicas que tiene para equilibrar las presiones, tanto por deficiencias en las válvulas como por la imposibilidad de concretar determinados "cierres de mallas".
La recomposición que se está concretando con la cañería existente en las calles Corrientes-12 de Octubre, que permitirá mejorar el servicio en barrios hoy colapsados, como Universitario y Napostá, ha permitido obtener pruebas concretas de la calidad de la cañería encargada de conducir el líquido que consumen los bahienses.
Puntualmente, en las esquinas de Belgrano y Corrientes y Caronti y 12 de Octubre, se extrajeron parte de los viejos conductos para reemplazarlos con la nueva instalación.
El arquitecto Jorge Llambrich remitió a este diario fotos sobre ese material, colocado entre 1906 y 1908, año este último en que la empresa del Buenos Aires al Pacífico --con sede en Londres-- habilitó el servicio local de aguas corrientes.
"Tuve oportunidad de examinar el caño y, para mi asombro, encontrar grabada su fecha de fabricación, 1905. A esto se suma la reducción de su diámetro como consecuencia del deterioro y la suciedad", indicó el profesional.
La realidad es que la red diseñada en 1906 por los ingleses debía atender a una población de 36.000 habitantes, incluidos los habitantes de Punta Alta (7.500) e Ingeniero White (5.300), con apenas 2.000 conexiones domiciliarias.
Según el primer informe de la empresa, ese año se consumieron 567.343 m3 de agua, la mitad de los cuales correspondía al ferrocarril.
En los cien años transcurridos, la población aumentó "apenas" diez veces, mientras que el consumo de agua lo hizo 155.
A pesar de estos números, las cañerías siguen siendo, en su mayor parte, las mismas. Nobles y efectivas --como se suele definir a las obras realizadas por los ingleses-- pero, sin dudas, incapaces de soportar semejante crecimiento.
El nuevo acueducto
Cañerías de 200 y 400 milímetros de diámetro se colocan para servir como nuevo acueducto de distribución en las calles Corrientes-12 de Octubre, con el objetivo de poder aumentar y regular los caudales y presiones en varios barrios de la ciudad.
La primera funciona como "marco de malla" y se va uniendo de manera perpendicular con las redes existentes, como refuerzo de cada zona.
La red de 400 milímetros corre sin interrupciones hasta la calle Paraguay, donde empalma con un acueducto de 300 milímetros.
A pesar de algunos tramos de cañería de hierro que se va retirando, sobre todo en los cruces, el acueducto original no se quita, siguiendo en servicio.
Nota: MUY BUEN APORTE DE INFORMACIÓN DEL ARQUITETO LLAMBRICH
