"Se sigue dependiendo de la solidaridad de la gente". El funcionario de ABSA afirmó que la empresa está llevando a cabo "tareas correctivas" en procura de mejorar la provisión en los barrios más afectados.
El gerente regional de Aguas Bonaerenses (ABSA), Jorge Olaizola, insistió en pedir a la población bahiense un uso racional del agua por parte de todos aquellos vecinos que disponen del recurso.
La solicitud se registró luego de que un importante aumento en el consumo de los barrios que, por su ubicación, son los primeros en surtirse de agua de la red motivara que otros sectores de la ciudad sufrieran disminuciones de la presión o carencias del vital líquido.
En tanto, la prestataria, que mantendrá constante el volumen de líquido suministrado (9.000 m3/h), reconoció sus limitaciones técnicas para hacer más equitativa su distribución.
La situación fue analizada ayer por Olaizola luego de acompañar al intendente Cristian Breitenstein en el acto inaugural de la repavimentación efectuada en La Carrindanga.
El funcionario explicó que ABSA está llevando a cabo "tareas correctivas" en procura de mejorar la provisión en los barrios más afectados --Universitario y Napostá, entre otros--, por caso la renovación de la cañería troncal situada en las calles Corrientes-12 de Octubre.
"Esa obra, que está casi terminada, permitirá mejorar la distribución en áreas muy afectadas", explicó.
Todo a pérdida
El porcentaje de pérdidas que registra la red de distribución en la ciudad --unos mil kilómetros de cañerías-- sigue siendo una de las incógnitas más relevantes de cara a la crisis hídrica.
Olaizola aseguró no tener precisiones sobre esos valores, aunque aseguró que "de acuerdo con sus estadísticas, las pérdidas se ubican dentro de lo considerado normal".
Reconoció que ABSA tiene un porcentaje superior al 40 por ciento de agua "no contabilizada", esto es líquido que se consume pero que, por distintas razones, no es registrado por medidores. De todas maneras y a pesar parecer un valor elevado, Olaizola aseguró que es el habitual "para cualquier suministro del mundo".
"De todas formas, seguimos trabajando para determinar las pérdidas físicas y comerciales que tenemos. Para eso vamos a poner en práctica, en los próximos días, distintos monitoreos para controlar la diferencia entre el agua que ingresa y el consumo que se registra", indicó.
Nada para decir
El mayor consumo registrado durante la semana que termina provocó que varios barrios de la ciudad se quedaran sin agua durante casi 72 horas.
"¿Qué le puede decir a esos vecinos?", se le planteó a Olaizola. Su respuesta fue clara: "A ellos no le podemos decir nada. El cuidado lo tienen que hacer quienes tienen provisión normal, que deben usar el recurso con máxima racionalidad".
Por último, consultado sobre el funcionamiento de la planta depuradora de la Tercera Cuenca, ubicada en proximidades del balneario Maldonado, aseguró que está funcionando dentro de su grado de eficiencia, responsabilizando a algunos usuarios por los inconvenientes o poca eficiencia que ha registrado.
"Estamos controlando los efluentes tirados a la red por parte de comercios, industrias y viviendas, porque hemos detectado que muchos están fuera de los parámetros adecuados. Los vuelcos inadecuados perjudican los procesos biológicos de la planta", puntualizó.
"Hay que mantener el uso racional"
A pocas horas de haber regresado de la gira de cinco días que realizó por Israel, como parte de la comitiva liderada por el gobernador Daniel Scioli, el intendente Cristian Breitenstein mantuvo una reunión con Jorge Olaizola, para tomar conocimiento preciso del abastecimiento de agua.
Además de pedirle al directivo de ABSA que lo acompañara al acto desarrollado en La Carrindanga, de manera de comunicar a la prensa la situación, el propio jefe comunal realizó algunas apreciaciones sobre el tema.
"Desde el municipio seguimos trabajando en las medidas de mediano y largo plazo, mientras ABSA se ocupa del día a día".
"No se trata de entregar más de 9.000 m3/h, sino de mejorar su distribución".
"No me preocupa saber cuántas pérdidas hay en las cañerías, sino que seamos responsables en el uso del agua. Los sectores que la tienen deben ser conscientes de su uso".
"Nos vamos a reunir con representantes de ABSA todos los días, para realizar un seguimiento permanente de la situación. La idea es encontrar soluciones asumiendo que el recurso es limitado".
Sin clases
Por falta de agua, el Colegio San Cayetano, ubicado en Alberti al 400, se vio obligado ayer a suspender las clases. Por la situación, se vieron afectados casi 400 estudiantes del secundario y 400 del primario.
