martes, 7 de diciembre de 2010

¿HABRÁN REALIZADO UN ESTUDIO SOBRE EL TRÁNSITO VEHICULAR EN EL SECTOR CÉNTRICO?.


Recuerden que mensualmente se incorporan 300 nuevos coches al parque automotor de Bahía Blanca.


COMERCIANTES DE ALSINA, ZELARRAYAN Y BELGRANO

Avanza la idea de centros comerciales a cielo abierto. Unas 70 experiencias similares se cumplen en distintas ciudades del país. Se trata de centros de esparcimiento y recreación que activan el desarrollo comercial de la zona a la que involucran.

El próximo año empezarían a desarrollarse los denominados centros comerciales a cielo abierto (CCCA), estrategia de intervención que busca revalorizar determinadas áreas y calles a través de la incorporación de mejoras urbanas y de un gerenciamiento integral.

La idea es impulsada desde la Corporación del Comercio, Industria y Servicios (CCIyS) e involucra a la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), entidad que lleva impulsadas cerca de 70 experiencias similares en distintas ciudades del país.

Puntualmente los CCCA son definidos como "centros de esparcimiento y recreación", cuyo objetivo es motorizar el desarrollo comercial de la zona a la que involucran, buscando establecer un criterio de unidad, sostenida por una imagen y gestión conjunta.

"La CAME nos aseguró no tener una sola experiencia que haya fracasado cuando se embellecen las calles y se gestionan, mediante un gerente comercial, las actividades del lugar", señaló a este diario el gerente de la CCIyS, Juan Carlos Starobinsky.
Precisamente la figura de un responsable de controlar la limpieza, la vigilancia y el orden del área, coordinando tareas conjuntas de los comercios --desde promociones y ofertas hasta decoraciones-- resulta clave para el desarrollo de estos emprendimientos.
"La idea es que alguien se ocupe los 365 días del año de controlar que las cosas funcionen de acuerdo con un reglamento y generando actividades de promoción. El objetivo final es que la gente sienta que va "a pasear a una calle", sin pensar en algún negocio en particular", agregó Starobinsky.

De allí, entonces, la importancia de lograr que cada CCCA adquiera una identidad definida, relacionada con el tipo y la calidad de la mercadería que se ofrece.

Semipeatonal, cierre y después

La calle Alsina podría ser la primera en establecer un CCCA, en parte recurriendo a una mejora sustancial de su infraestructura, a través del ensanche de las veredas y la renovación del equipamiento urbano, siguiendo lineamientos similares a los de la primera cuadra de calle O'Higgins.

En tal sentido, la CCIyS avanza en su objetivo de involucrar a todos los propietarios de la arteria, entre San Martín y Dorrego, de modo de financiar esa obra --la idea es concretarla antes de abril de 2011-- pensando en un posterior recupero a través de quitas impositivas.

"Seguimos buscando el consenso de los frentistas. En Alsina al 100 y al 300 ya tenemos el 60 por ciento de adhesión, con lo que estaríamos en condiciones de presentar el proyecto en el Concejo Deliberante para que sea declarado de utilidad pública", explicó Starobinsky.

Si bien estas mejoras son consideradas importantes, el dirigente insistió en que el papel más trascendente para el éxito del proyecto lo juega la formación de un consorcio y la existencia de una persona que piense a los comercios con un carácter unitario.

"Si se hace una mejora urbana, únicamente puede pasar como en O'Higgins, que quedó más linda pero no existen ideas conjuntas y está lejos de funcionar como un centro único", agregó.

El proyecto de los CCCA no se limita a Alsina, sino que interesa a los comerciantes de otras arterias.

"Los propietarios de Zelarrayán y Belgrano también están entusiasmados. Son espacios de distinto perfil, algo que es bueno porque enriquece ofrecer identidades variadas", señaló Starobinsky.

Por último, la CCIyS manifestó su optimismo en que el año venidero comenzarán a concretarse estos centros.

Ideas recicladas

En la década del 60, los comerciantes del centro comenzaron campañas tratando de alentar la afluencia de público a sus calles.

Para eso conformaron grupos de trabajo, como la Asociación Amigos de la calle Belgrano y la de Propulsores de calle O'Higgins.
La estrategia era promocionar ofertas conjuntas, ubicando promotoras en las veredas y organizando concursos y sorteos hasta realizar la elección de la reina de la calle.
Un singular testimonio de esos tiempos es el monumento a la madre ubicado en la plaza Rivadavia, obsequiado al municipio por los Amigos de la calle Donado.

La fuerza de los lugares

En 1993, el antropólogo francés Marc Augé presentó en sociedad su concepto de los "no-lugares", espacios surgidos como consecuencia de la sobremodernidad, donde prevalecen el anonimato y la indiferencia.
Se trata de enclaves para hombres anónimos, quienes permanecen ajenos, mientras están allí, a su identidad, origen u ocupación. En ellos, sugiere Augé, "se hace imposible detectar una identidad, reconocer historias o relaciones. Se está de paso, sin tiempo ni excusa para el contacto".
Los ejemplos de estos espacios incluyen, entre otros, a las autopistas, aeropuertos, hoteles, hipermercados y shoppings. "No se inscriben en ellos relaciones sociales duraderas, los individuos se renuevan sin relacionarse, sin negociar nada, obedeciendo a pautas y códigos que les permiten guiarse, cada uno por su lado", indicó Augé.

Los CCCA intentar plantear un formato diferente, adoptando algunos códigos de los shoppings aunque sin renunciar al espíritu del espacio urbano, la vigencia de la vereda, la calle, los árboles, la esquina.
El pensador Jean Starobinski rescató la fuerza de estos "lugares" mediante una cita de un poema de Baudelaire: "El taller que canta y que charla;/las chimeneas, los campanarios, esos mástiles de la ciudad/y los grandes cielos que hacen soñar con la eternidad".

Son sitios de encuentro que mantienen en primer plano el lugar, el paisaje y la identidad, valores a los que parece que nadie quiere renunciar.

Nuevo cierre en Alsina. A solicitud de los comercios del lugar, la CCIyS dispuso un nuevo cierre peatonal de calle Alsina --entre San Martín y Dorrego-- para los venideros viernes y sábado. La propuesta será similar a la ensayada el primer fin de semana de octubre, aunque se limitarán un poco la oferta de juegos y números musicales, tratando de que los peatones se concentren más en las vidrieras. "Habrá actividades artísticas, pero más tranquilas que la experiencia anterior, en procura de que el eje central esté en los negocios y las promociones de Navidad", explicó Starobinsky.


Mario Minervino/"La Nueva Provincia"